Se llama afecto, se llama amor. Amilagrado. Amor desenfrenado, rezagado y a veces atrapado. Amor incauto, amor rehén. A primera vista y a varias. Amor tardío. Inmediato y temeroso. Locura de amor. Amor loco. Loquísimo. Desquiciado. Locura amorosa, delirio afectuoso. Irresponsable, hiriente, irremediable. Amor exhausto, agonizante, desesperado. Amor rehecho, vuelto a hacer, renacido. Amor discutible, indispensable, irrevocable e irremediable. Amor inoportuno. Justo a tiempo, inesperado. Amor sinuoso, escurridizo, pegajoso y caprichoso.
Amor apasionado, perdido, buscado y encontrado. Amor histérico. Histeria cariñosa. Amor que se muestra y que se esconde. Escondido. Absurdo. Amor azul. Amor rojo, amarillo. Amor versátil. Miedoso. Amor estable, ciclotímico, equilibrado, insobornable. Amor besado, rechazado y vuelto a besar. Insoportable, doloroso, jubiloso y remediable. Amor persistente. Amor valiente. Perseverante. Amor amable, egoísta, cuestionable. Amor poderoso y pesado, como piedra, como sueño. Amor soñado. Postergado. Amor llorado. Amor callado, silenciado, gritado.
Amor de Bauman, de Neruda, de Freud. Amor tierno. Ternura. Dulce, algodonado. Profundo, temeroso, escapista y bondadoso. Amor que cura, amor que sana, que acompaña. Amor estúpido, tonto y atrevido. Amor ingenuo. Sujetado, contenido, explotado, amordazado. Amor somatizado. Amor físico. Invisible, apasionado. Amor sexual. Sexuado. Excitado. Amor aliviado, aliviante, alivianado. Compartido, silenciado, madurado y decidido. Amor alcanzado, ganado, merecido. Amor de Dios, amor de vos. Amor mío, amor tuyo. Nuestro. De todos. Amor gritado: ¡Amor! ¡Amor! ¡Amor! Aceptado y contagiado. Contagioso y epidémico. Amor agradecido, sostenido y prometido. Amor que va, que viene, que se queda. Amor que vuelve. Amor, se llama. Amor. Casi todo y nada más, sólo eso.

Siempre amor.